© FOTO : GENTILEZA ERICHKA RIQUELME LÓPEZ
Picando verduras para la olla común.Villa Francia
La “Olla Común”, una receta de resistencia y organización popular.
Orientaciones Generales para su éxito.
En distintos momentos de la historia de nuestro país el mundo popular ha tenido que enfrentar graves crisis que han recrudecido las condiciones de vida de las y los más humildes. Las ollas comunes son parte de esta historia llena de organización, solidaridad y dignidad, a ratos como iniciativas de protesta y solidaridad, y en algunos casos como mecanismo estable de subsistencia para muchas famiias.
La grave pandemia y crisis económica que azota al mundo se vive con especial crudeza en nuestras poblaciones. La pobreza que arrastra Chile, la cesantía y suspención de salarios producto de esta crisis agravada por la pandemia, y las decisión del gobierno por priorizar proteger a las grandes empresas recurriendo a nuestros seguros de cesantía para el pago de salarios y a los recursos del Estado para entregarles seguridad a los bancos, dejan en la desprotección e incertidumbre a millones para quienes el abastecimiento y alimentación no está asegurado.
¡Es momento de actuar! Aquí te dejamos algunos consejos para que tengas siempre presente que el principal ingrediente es la organización.
1. Determinar el entorno a organizar (cuadras) e intentar tomar contacto con dirigentes territoriales para proponerles la iniciativa (Juntas de Vecinos, Asambleas Territoriales, Club de Adultos Mayores, etc.). Es importante que recurramos a las organizaciones de vecinos(as) que se encuentran en el territorio, dar uso a sus espacios disponibles y a través de esta iniciativa fortalecer su rol.
2. Teniendo claro con quienes contamos para partir esta iniciativa, se necesitan resolver y estudiar algunos aspectos, entre los cuales los más comunes son:
- Resolver y gestionar un lugar amplio en el que cocinar y porcionar, el cual tenga agua potable y las mayores facilidades (sedes vecinales son de gran ayuda, pero también sirven las casas).
- Determinar qué utensilios e implementos nos faltan por conseguir. Entre los más necesarios están los siguientes: gas, fogón, fondo (olla de capacidad 50 litros) y ollas para complementar, cuchara grande de palo u otro material.
- Qué insumos sanitarios faltan para llevar a cabo una olla común sin riesgos de contagio.
3. Comunicarse con los vecinos (por redes sociales o puerta a puerta tomando resguardos) y preguntemos quienes están pasando por problemas económicos y quisieran participar de la olla común. Inscribirlos y anotar sus datos (consultar por alergias a alimentos o dietas vegetarianas), preguntar el número de personas que viven en el hogar, a la vez de preguntar si tienen para facilitar alguno de los implementos que nos faltan.
4. Ahora vamos a ordenar lo que haremos respondiendo estas preguntas:
- ¿Para cuantos se necesita cocinar?
- ¿Cuántos días a la semana vamos a cocinar?
- ¿Qué día(s) lo haremos?
- ¿Qué receta vamos a ocupar, que ingredientes necesitamos y cuanto de cada cual?
- ¿Cómo es mejor recolectar las donaciones de alimentos? Pueden solicitarse aportes
fuera de supermercados, fijar una cuota por familia u ambos.
- ¿Cuántas personas necesitamos que ayuden a cocinar y porcionar? Apostar al mínimo
para reducir al mínimo el contacto físico.
5. Reunir todos los aportes: humanos, de implementos y de alimentos.
6. Mantengamos siempre informados a quienes se han inscrito respecto a cuando y cómo les
haremos llegar el plato de comida. Hay varios formatos: resolver embases para que retiren
o se deje en las casas o que una persona por familia concurra con su olla para retirar lo que
le corresponde ayudaría a evitar el contacto físico y la posibilidad de contagios.
7. Es muy importante que todos y todas las que realicemos esta acción estemos en buenas
condiciones de salud, que no seamos parte de la población de riesgo y lo más importante
de todo es que tengamos muchas ganas e iniciativa de organizarnos. Cuando se reúnan
quienes cocinarán y porcionarán deben contar con material para resguardar la salud
(manteniendo condiciones de distancias, uso de mascarillas y guantes, y por su puesto
condiciones para higienizar lo que utilizaremos).
8. A todos quienes participen debemos anotarlos en nuestros registros, para conocernos entre
vecinos y vecinas, ayudarnos y saber ¿en qué condiciones de salud y económicas se
encuentran?, ¿cómo cada uno y una puede aportar en las actividades que nos
propongamos?
9. Es siempre importante hacer conciencia de lo que ocurre. Conversemos de aquello y
hagamos mucho más nítido que el problema no son sólo los efectos de la pandemia en la
salud del pueblo, sino que el modelo de sociedad que nos tiene sin protección en salud,
trabajo y pensiones, y es por esto que debemos comprometernos con una Nueva
Constitución.
Como ves, ¡el principal ingrediente es la organización!
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