El académico de
la Facultad de Derecho advirtió que “en ningún caso” el actual
Parlamento puede asumir la tarea de redactar una nueva Constitución y
dijo que, más allá del mecanismo, lo central es que el proceso tenga
participación ciudadana.
“Me parece dramático pretender que el actual Congreso pueda hacer una nueva Constitución. En el fondo, lo que están diciendo es que pateemos dos años hasta que se produzca la elección, para efectivamente tener un Congreso constituyente”, señaló en conversación con el programa La Mañana ya Pasó.
En esa línea, el experto constitucionalista dijo que “lo central es adicionar participación ciudadana a ese tipo de instancias, ahí encontramos procesos virtuosos”.
Soto, profesor del Departamento de Derecho Público de nuestra casa de estudios, consideró que la idea de un Congreso constituyente, como ha sido planteada por el Presidente Sebastián Piñera, “no solamente se aleja conceptualmente sino que me parece inconstitucional”.
“Esa idea tiene dos supuestos. El primero está vinculado a que exista en la Constitución un mecanismo que no existe, porque nuestra Constitución no prevé su reemplazo, sino que solamente establece mecanismos de reforma. El otro argumento, que es más político, es que el concepto de Congreso constituyente supone una elección en que la ciudadanía otorga un mandato a las autoridades que eligen para cambiar la Constitución a partir de propuestas que ellos mismos hacen”, detalló.
“Entonces, si no tienen un mandato y no están habilitados constitucionalmente, en ningún caso podría ser un Congreso constituyente ni el actual Congreso podría atribuirse la facultad de reemplazar la Constitución”, recalcó el ex integrante del Consejo Ciudadano de Observadores convocado por la ex presidenta Michelle Bachelet.
Por otra parte, sostuvo que las actuales demandas por una nueva carta fundamental “no sorprenden”, ya que “hace más de diez años que los constitucionalistas venimos planteando que la caída de la participación que ha vivido Chile en los últimos años -que es la caída de participación más drástica en el mundo- tiene razones institucionales”.
“Lo que sorprende más es la reacción tan tardía del Gobierno, que tampoco me sorprende mucho, porque Piñera ha sido muy contrario a abrir el tema constitucional, pese a que en la derecha hay un montón de gente que viene dándose cuenta, sobre todo desde el plano académico, de la necesidad de una nueva Constitución”, añadió.
Consultado por su mecanismo de preferencia para cambiar la carta magna, Soto respondió que ese debate es “artificioso” y argumentó que “lo central no es el mecanismo, sino lo que se adiciona en los procesos de participación”.
“Es cómo el proceso no se encapsula en un debate presencial sino que se abre a toda la ciudadanía, que acompaña ese proceso y lo puede intervenir a través de participación ciudadana”, concluyó.
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