De ahí parte la investigación de la periodista Carola Fuentes que revela el desastre silencioso que tenemos en nuestro país, urdido a lo largo de los años por múltiples empresarios mineros enfermos de codicia y de maldad, con la complicidad de múltiples funcionarios corruptos y/o negligentes, que se han desempeñado en jefaturas de servicios públicos que por el contrario fueron creados con la finalidad de proteger la vida de quienes vivimos aquí.
Chile es un país bendito por la naturaleza en cuanto a los recursos mineros que contiene en su territorio. Sin embargo su explotación, tanto por los dueños de los medios de producción, la plutocracia permanente, como por el mismo estado chileno, ha escondido gravísimas faltas, omisiones, y delitos de atentados al medio ambiente y a su sociedad presente y futura, poniendo en riesgo a todas las generaciones venideras, mediante no sólo negligencias, sino dolosas actitudes de confabulación para delinquir, de connotados profesionales, empresarios e incluso en concomitancia con algunas de las más altas autoridades de diversos gobiernos, identificables partícipes muchos de partidos políticos que han ayudado a esconder su venal actuación, siendo cómplices de la cantidad de mas de trecientos lugares a lo largo del país, donde se han dispuesto relaves abandonados que constituyen verdaderas trampas para sus habitantes, como aquí se relata, como resultado de excedentes de toda la riqueza que en su mayor parte se ha ido a los bolsillos de los poderosos y muy poco al bienestar de la mayoría de chilenos.
ResponderBorrarDebería reforzarse la penalización judicial e investigación de todos aquellos hechos que puedan denunciarse. Se impone una Comisión de Investigación de los Efectos de la Explotación Minera, que investigue y denuncie todas esas irregularidades y que determine las medidas técnicas y los responsables económica y penalmente de tanta barbaridad, con plazos claramente establecidos.