Escribe Jorge Lillo.
EN
LA QUE SE ALUDE A CIERTO VIRUS QUE NOS DEJA CON ARRESTO DOMICILIARIO POR
NOVENTA DÍAS Y QUE MUESTRA
QUE
LA SOLIDARIDAD SE FUE AL CARAJO CON LOS PRECIOS Y ACAPARAMIENTOS QUE PERMITE LA
“AUTORIDAD”.
…Y
una parábola para el buen entendedor.
¡Ya llegó el virus del Asia,
que nadie salga a marchar
pues se puede contagiar
de corona o democracia!
Pletóricas las farmacias
exclaman: ¡qué maravilla!
Se agotan las mascarillas,
las remesas de alcohol
y el ministro’el interior
descansa un rato en su silla!
Ya nadie acude a la plaza
reclamando dignidad,
se vacía la ciudad,
¿y el gentío? ¡Pa la casa!
La pandémica amenaza
les salió más efectiva
que toda la policía
disparando perdigones.
El pueblo y sus peticiones
¿pasarán a mejor vida?
Esta es la hora del lobo:
¡hay que comprar lo que sea!
ya la gente se pelea
por cortinas o por globos.
A golpe de puño y codo,
nadie se quiere morir
y cree que al consumir
lo salvará el dios mercado,
mientras tanto, el Encargado (1)
solo piensa en qué invertir.
Asaltan supermercados
con la plástica tarjeta;
cuando el carro se repleta
se consideran salvados.
Nada importa que el de al lado
no tenga ni para el pan;
acaparan azafrán,
los perfumes, los confites,
y se agreden y compiten
como si fueran tatán.
¡Se copan los consultorios
en busca de la vacuna,
peleándose por alguna
con efectos sanatorios!
Lleno está el vacunatorio
como si hirviera el infierno;
tirillentos o de terno
se pone la gente en fila
y el bautizado en la pila
le hace el quite al Padre Eterno.
Descansa la policía,
posterga la represión
esperando la ocasión
pa dentro’e noventa días.
La pandemia fue efectiva
pa someter a la gente
y en un día, diligente,
se sacó al pueblo del medio;
pero no tiene remedio
si le cree al prescindente.
No nos sirve la academia
ni el almanaque dieciocho
ni los cuentos de Fray Mocho, (2)
pa superar la pandemia.
Desinformar es la endemia
que usan los gobernantes
para tener al tunante
pendiente de sus anuncios
y nadie dirá: “renuncio”
si el virus sigue adelante.
Felices los escolares
prolongan sus vacaciones
y ponen emoticones
en sus nuevos celulares.
Cuadrados, los militares
velan al pie del cañón
esperando la ocasión
de combatir al Covid,
igual que salía el Cid
para enjaular al león.
Tenga en cuenta que pandemia
no implica mortalidad;
esa es la pura verdad
y no tiene polisemias.
Como indica la Academia,
que explica la raíz griega,
(y nadie aún se lo niega),
pandemia es la “reunión
de
toda la población” (3)
… a pesar que se la ciega.
PARÁBOLA:
Hay que aislar a esta Cosa
pa que no cause más daños;
total, desde aquí a dos años
ya no será peligrosa.
Cuando pase la dañosa
secuela de su presencia,
con ayuda de la ciencia
ya estaremos vacunados;
así el mal rato pasado
nos servirá de experiencia.
(1) Tenemos un Encargado, que al igual que
Guaidó, tampoco tiene mando ni importancia.
(3) Pandemia: ver diccionario RAE, en la letra P. Del gr. πανδημία pandēmía 'reunión
del pueblo'.
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