ENTREVISTA A PIÑERA ANTENOCHE
POR TELEVISIÓN.
La seguí de
punta a cabo, oscilando entre la vergüenza y la ira.
Escribe Miguel Lawner
Piñera afirmó
soberbio como siempre y lo reafirmó “Chile
está mucho mejor preparado que Italia para enfrentar al coronavirus”, y enseguida
subrayó tajante: “Todo el mundo sabe que
en Italia no hicieron lo que tenían que hacer”. Aunque esa afirmación fuera
cierta, un Presidente de la República con un mínimo sentido de la diplomacia,
no puede hacerla pública. Las consecuencias son imprevisibles y con todo su
derecho, las autoridades italianas podrían rechazarla, generando un conflicto
diplomático de consecuencias imprevisibles.
Para eso
existen funcionarios subalternos, pero la soberbia de Piñera es tan
irreflenable, como la de su Ministro de Salud Máñalich, quién afirmó suelto de
cuerpo días atrás: “Chile tiene el mejor
sistema de salud pública del planeta”.
Estas
palabras de Máñalich, fueron recordadas irónicamente por una doctora de la
Posta Central, al dar a conocer la situación dramática que afecta a su servicio,
un par de horas antes de la entrevista a Piñera.
“Hoy día 18 marzo,
partiendo turno a las 8 de la mañana en una jornada de 24 horas, no tenemos
alcohol gel, que debería haber uno por paciente, nos están dando una mascarilla
por funcionario, no tenemos con que lavarnos las manos, no tenemos con que
secarnos las manos, nos tuvimos que conseguir 1 alcohol gel para 13 camillas en
la unidad de pacientes críticos en la que me desempeño.” ([1])
Igual
denuncia formuló un médico del Hospital Clínico de Chillán: “Hay mascarillas pero quirúrgicas, las cuales
tienes muy poca efectividad ya que cuando se humedecen, pierden su efecto.
Debiéramos tener todos mascarillas N95 que son las que realmente protegen.
Además andamos con uniformes clínicos y vemos que en otros países a todo el
personal lo resguardan con overoles, cubrecalzados y mascarillas con filtros,
entre otros implementos”.([2])
Recordemos
que el Director General de la Organización Mundial de la Salud, ha declarado
reiteradamente, que no podemos parar el covid-19 sin primero proteger a los
funcionarios de la salud.
El personal
de los Servicios Públicos de Salud: médicos, enfermeras y asistentes es, en las
circunstancias que vivimos, el tesoro más preciado en el cual descansa la vida
de los chilenos. Tenemos la obligación de rodearlos de todo lo necesario para
salvar nuestras vidas. ¿Qué hacemos sin ellos?
Máñalich describe
un mundo de fantasías, que la menoscabada salud pública chilena lo desmiente. En
efecto, el secretario general del Colegio Médico, entrevistado por un matinal
declaró: “Nuestro sistema sanitario tiene
el 50% menos de camas disponibles que el promedio de la OCDE. Tenemos solo 1.000
camas críticas con ventiladores, de las cuales el 95% ya están ocupadas por
otras enfermedades”.
Izkia
Sichel, presidenta del Colegio Médico, constituida en una sorprendente
protagonista de esta crisis, ha insistido una y otra vez, que el gobierno debe
decretar el confinamiento general, para intentar bajar la curva de contagios del
coronavirus.
Piñera
también fue consultado al respecto, rechazando una cuarentena total al
contestar lo siguiente: “A los que
proponen cuarentena total, les pregunto: ¿quién se va a preocupar de la
energía, del agua potable, de los medicamentos?”. Esta es una nueva afirmación
irresponsable, porque países que han declarado la cuarentena total como China,
Corea del Sur, España o Italia, obviamente mantienen en funciones todos los
servicios públicos.
Los alcaldes
han debido doblarle la mano al Presidente una y otra vez. El Ministro de
Educación rechazó la clausura de los establecimientos escolarea aduciendo que
cumplían otras funciones además de las escolares. Seis horas más tarde, el
propio Piñera apareció en la televisión decretando el cierre de todos los
establecimientos escolares, tras enterarse que muchos alcaldes ya habían
ordenado su clausura.
Lo mismo
ocurrió con los grandes Centros Comerciales, clausurados por varios alcaldes,
no obstante que Piñera había señalado la inconveniencia de esta medida al
afirmar lo siguiente: “No es bueno que
las decisiones se tomen a nivel comunal sino en forma integral”, en
referencia a los cierres de los malls, adoptados por dos jefes comunales de su
sector: Rodolfo Carter y Evelyn Matthei.
En la
extensa entrevista de televisión a la que hacemos referencia, Piñera no dio a
conocer ninguna acción severa destinada a combatir el alza de precios y
acaparamiento que afectan a artículos esenciales como mascarillas o el alcohol
gel. Se limitó a convocar a la buena voluntad y comprensión de los consumidores
o a amenazar con severas sanciones a los especuladores a sabiendas que nada de
eso ocurrirá.
Al respecto,
es necesario recordar los exorbitantes precios de los remedios existentes en
Chile. La propia cadena SALCOBRAND aseguró, el año pasado, que “hoy, en Chile, los laboratorios venden a las
farmacias hasta 10 veces más caro que a otros países de la Región” (El
Mercurio; 22-02-2019). A su vez, el Ministerio de Salud informó que “Chile compra medicamentos hasta 24 veces más
caros que otros países de América Latina” (Ibid.)
Afectados
por una pandemia mundial, desconocida en la historia de la humanidad, Chile se
permite el lujo de mantener su fidelidad a la Constitución pinochetista que
hace imposible controlar los precios de ningún artículo.
En otra
entrevista realizada por el Canal Mega, Piñera hizo alusión a las acciones
promovidas por el alcalde Daniel Jadue y otros ediles, destinadas a adquirir el
medicamento Interferón Alfa 2B, utilizado extensamente en China para combatir
la epidemia.
Dijo Piñera:
"He visto a un alcalde que está
haciendo como agente comercial de un medicamento cubano que todos sabemos que
no sirve para nada".
Cuba produce
Interferón Alfa 2B, un medicamento usado en China para tratar a sus pacientes
de coronavirus y que ha generado interés de compra en unos 15 países. Se trata
de un antiviral que repone las defensas humanas. "El Interferón es un producto terapéutico, no es una vacuna",
dijo Eduardo Martínez, presidente del grupo industrial estatal BioCubaFarma,
desmintiendo publicaciones de redes sociales que informaban de que en el país
se tenía la cura para esta pandemia.
Recordó que,
según la asociación farmacéutica china, "entre
las propuestas (para combatir el coronavirus) el primer producto de acción
antiviral que se recomienda es el interferón".
Dos días
atrás, China anunció que, desde el inicio de la crisis, por primera vez no hubo
un solo nuevo infectado en todo el país.
Es
inconcebible que, por razones ideológicas, el gobierno de Chile cierre el paso
a medicamentos de eficacia probada, solo porque provienen de un país
socialista.
Piñera no se
diferencia de Trump, que ayer, en una conferencia de prensa, no ocultó sus concepciones
racistas, al nominar reiteradamente lo que llamó el Virus Chino, hasta que una
periodista lo interpeló para consultarle sobre los motivos por los cuales lo
llamaba en esa forma. Trump se limitó a contestar: porque viene de allá. ¡Qué vergüenza!
Digamos que el
gobierno de Chile ha aceptado sin poner reparos, la donación de mil equipos de
ventilación automáticas, proporcionados gratuitamente por la China socialista,
equipo fundamental en el combate contra la presente pandemia.
En fin. Esta
crisis ha puesto en descubierto las diferencias entre el socialismo y el
neoliberalismo. Un sistema social con objetivos solidarios y otro en beneficio
de los grandes grupos económicos.
Esto me
recuerda el siguiente chiste que un tío de Anita solía contar en las reuniones
familiares: “Un tipo dando una
conferencia expresa: entre el hombre y la mujer solo hay una pequeña
diferencia. A lo cual una dama asistente contesta: ¡qué viva la pequeña
diferencia!”
Un abrazo
virtual a todos ustedes de este viejo enclaustrado.
Miguel Lawner
20.03.2020.
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